Las investigaciones recientes nos muestran que cada un@ de nosotr@s tiene una frecuencia base a la que vibramos. Esta frecuencia es más percibida cuando uno está centrado, con los pies en la tierra o cuando sentimos amor profundo. Esta frecuencia también emana naturalmente de uno cuando estamos en perfecto con tacto con el aquí y ahora.
Existen muchas frecuencias que nos distraen de la nuestra. Los sonidos de los coches, de las ciudades, la electricidad, el electromagnetismo entre otros muchos. Y así queda claro como es fácil perder el contacto con nuestra frecuencia.
Podemos usar el sonido (y nuestra propia frecuencia) como forma de volver a restaurar este contacto. El entonar por si solo ya lo puede conseguir. Otra forma efectiva es la de tumbarnos en una mesa de sonido para que las vibraciones recorran todo nuestro cuerpo.
La verdad es que cualquier frecuencia resonará, en su esencia, la nuestra propia. Cuando cualquier frecuencia resuena dentro de nosotros, nuestra frecuencia base es inmediatamente activada una vez que el sistema conoce todas las frecuencias y las reconoce como un intervalo musical. De hecho, con el fin de ayudarnos a nosotr@s mism@s, es igual de importante encontrar nuestra propia frecuencia como lo es tener una determinada frecuencia vibrando en nuestro cuerpo. Este es uno de los poderes de la música - consigue hacer que nuestra frecuencia base empiece a sonar. De todas formas, cualquier tipo de musica que se mantiene en una nota toda la canción, contribuirá en mayor medida a activar nuestra frecuencia base. El truco está en encontrar música con la combinación adecuada de calma y activación de modo a que uno ni se aburra ni se agite excesivamente.
Claro que si uno utiliza su propia frecuencia de resonancia, el efecto es todavía más poderoso. Se puede conocer nuestra propia frecuencia simplemente contactando con nuestro cuerpo y cantando el tono que creemos que se corresponde con esa frecuencia. Y es muy fácil que se cante el tono que realmente nos pertenece. Esto puede ser confirmado por ensayos múltiples, testando músculos o en ultima estancia usar un monitor de ritmo cardiaco.
La forma más poderosa de conseguir que nuestra frecuencia empiece a sonar dentro de un@, es tumbándonos en una cama de sonido/vibración.
Aparte de la frecuencia base existen otras tantas frecuencias vibrando dentro de nosotr@s:
- Resonancia del cuerpo (especialmente las resonancias las cavidades del pecho y de la cabeça)
- Frecuencias de los chacras
- La frecuencia de la voz
- Frecuencias de cada órgano
- Frecuencias de cada glándula dentro del sistema endocrino
- Los elementos dentro de cada tejido
- Los átomos
De hecho existe evidencia de que hay una estructura armónica de sonido dentro de nosotros que constituye nuestra huella dactilar de sonido. Si pudiéramos encontrar esa huella y hacerla vibrar dentro de uno mismo, se cree que eso haría que estuviésemos perfectamente presentes en el aquí y ahora.