lunes

De lo que he vivido



Después de estos meses sin escribir, vuelvo con muchas experiencias que guardo con cariño. El sonido me ha llevado a profundizar en el trabajo conmigo mismo y con los demás. Los diferentes encuentros me han proporcionado espejos claros de mi mismo, despertando toda clase de sentimientos, desde la profunda rabia a la impotencia, de la frustración al verdadero amor, del miedo al profundo agradecimiento. Los cuencos me han acompañado en el verdadero sentido de la palabra en este recorrido que ahora me tocó vivir. Su sonido me daba pistas, mi cuerpo las señales y sabiduría, y la transformación que fue ocurriendo me emocionó de forma intensa.

Me acompañaron también dos brujiñas (así las llamo yo cariñosamente) que me han proporcionado un conocimiento más amplio de mi mismo y del sonido. Llegué a un momento en que todo cuadraba, y en el siguiente ya todo parecía diferente. En este incesante movimiento me permití vivir cada momento con toda la fuerza, la que me es posible en este momento, y de eso saqué una comprensión que, aunque inundada por mis valores y experiencia de vida, me permitió sentir el agradecimiento enorme por todos estos cambios hasta transformarme en el cambio mismo, ser parte de esa onda, de ese sonido, de esa vibración que cambia a todo momento a lo largo de su bella expresión.

Soy un gran afortunado (salto y grito agitando los brazos y todo el cuerpo en esta habitación)…

A lo largo de este tiempo trabajé individualmente con diferentes personas, espejos de mi proceso. También tuve la oportunidad de realizar sesiones con otros seres, juntando el sonido con reflexología, con masaje metamórfico y flores de Bach. Estos fueron de una intensidad y transformación profunda para quien lo recibía. Y yo recorriendo fascinado el sonido de los cuencos, la vibración y las sensaciones corporales que rellenaban humildemente aquel momento.




Otro de los maravillosos trabajos que realicé fue el de hacer un taller de cuencos tibetanos para niños. Además de los cuencos trabajamos la escucha, la creatividad, la expresión corporal y emocional, y la expresión artística de los sentimientos y la vida interior. Y fue algo precioso. Observar como cada uno de los cuatro días de taller el proceso de interacción en cada uno de los que participaron en el taller, tanto consigo mismo como con los demás, daba un paso más y un acercamiento entre todos con un fuerte cariño. Y si lo que vivo es reflejo de mi proceso, he podido sentir el acercamiento al niño que llevo dentro, me he permitido cuidarlo, atenderlo y disfrutar con el. El último día del taller cada uno de los niños hizo un masaje a sus padres que quisieron y pudieron participar en este proceso de sus hijos. Pude sentir una felicidad tremenda al observar lo que se desarrollaba ante mis ojos. Un regalo que agradezco con todo mi ser a todos los presentes y que perdurará en mi memoria a lo largo de los años. Repetiré la experiencia en otros lugares seguro.

Más tarde mi amiga y yo comentábamos que no teníamos ni idea de la trascendencia del trabajo que acababa de ser realizado.

Fue precioso compartir todo esto con personas que toman la simplicidad y la humildad como religión, que asumen el riesgo de llamar las cosas por su verdadero nombre y entregan su claridad y experiencia sin rodeos.

Y es que por encima de todo, la vida se enaltece con alas brillantes ante la ilusión, acariciándonos con su abrazo.

2 comentarios:

  1. Um Abraço grande daqui do Cabeção.
    Que encontres sempre essa energia que a cada oportunidade te faz crescer e sentir que todos somos um e que nós somos os outros...também

    Não te sabia também de expressão Castellana!!???

    Agradável surpresa.

    Abraço

    Jorge Crespo

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  2. arou arou, espero poder expermentar essa terapia de vibrações parec-me muito bom, gostaria que pudessem vir á Guarda num workshop!

    abraços conteraneos
    joão louro

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